BIM y gestión de riesgos. ¿Cómo gestionar los riesgos mediante BIM?
Introducción
El modelado de información para la construcción se ha convertido desde hace tiempo en una parte vital del conjunto de herramientas de la industria de la construcción. Si bien es cierto que no todo el mundo lo utiliza, el número de usuarios habituales de BIM sigue siendo masivo y muchos de ellos tienen al menos un conocimiento básico de sus ventajas generales.
Sin embargo, la falta de comprensión también impide que algunas empresas descubran las ventajas menos conocidas del BIM, de las que no se habla muy a menudo. La gestión de riesgos es uno de esos campos: durante décadas ha dependido en gran medida de procesos manuales, pero el BIM puede automatizar una parte importante de sus esfuerzos al tiempo que mejora la precisión y el rendimiento.
El objetivo principal de este artículo es mostrar cómo el BIM está relacionado con la gestión de riesgos y las ventajas que puede aportar con una implementación adecuada.
BIM en la gestión de riesgos
La gestión de riesgos es un proceso continuo en el sector de la construcción que consiste en identificar y analizar los riesgos para evitar que se produzcan o mitigar sus posibles inconvenientes. En este contexto, todo acontecimiento que afecte al calendario, el presupuesto, la seguridad o la calidad del proyecto se considera un riesgo.
Los riesgos surgen en la industria de la construcción por muchas razones diferentes. Algunas de las razones más comunes son los fallos en los materiales, las prácticas de gestión deficientes, las deficiencias en el diseño y los empleados sin experiencia.
El objetivo principal del proceso de gestión de riesgos (mitigación de riesgos) es minimizar las consecuencias de los riesgos, si no evitar que se produzcan en primer lugar. Uno de los mayores objetivos de la gestión de riesgos es garantizar que los proyectos de construcción se completen dentro de los límites presupuestarios y temporales y sin peligros significativos para la seguridad.
Sin embargo, el enfoque tradicional de la gestión de riesgos sigue siendo principalmente manual, con un fuerte énfasis en la intuición del gestor. Esto hace que sea muy difícil que el proceso alcance su máxima eficacia en todo momento.
Aquí es donde entra en juego el BIM. Se trata de un proceso integral de gestión de la construcción que gira en torno a una representación detallada de la futura estructura que incluye toda la información funcional sobre cada elemento del proyecto. La mayor razón por la que el BIM se ha hecho tan popular en los últimos años es su capacidad para mejorar significativamente prácticamente todas las facetas del proceso de realización del proyecto.
El modelado de la información de construcción puede ayudar al proceso de gestión de riesgos de múltiples maneras, disminuyendo el número de errores potenciales y apoyando el análisis de riesgos con información actualizada del proyecto a través de un entorno de datos común, reduciendo así el potencial de riesgos relacionados tanto con el tiempo como con los recursos.
Ventajas que aporta el BIM a la gestión de riesgos
La introducción del BIM puede aportar múltiples ventajas al proceso de gestión de riesgos, y enumerar cada ventaja por separado es un proceso largo y arduo. En su lugar, agruparemos estas ventajas en varias categorías por motivos de simplicidad y accesibilidad.
Visualización mejorada
Una de las ventajas más notables del enfoque BIM del proceso de construcción es su capacidad para ofrecer una impresionante capacidad de creación de prototipos digitales mediante la creación de un modelo tridimensional centralizado y rico en información. Este modelo incluye las ubicaciones de cada muro, puerta, ventana y otro elemento estructural, así como sus parámetros, incluidos la altura, la anchura, el grosor, el material, etc.
El mayor nivel de detalle mejora significativamente la capacidad del personal de mitigación de riesgos para interpretar el modelo del proyecto, permitiéndole comprender mejor cómo se construirá la estructura. La precisión y la accesibilidad de un BIM tridimensional contrastan notablemente con las de los dibujos físicos tradicionales en 2D y los planos de planta.
Almacenamiento mejorado de la información
Un modelo BIM no es simplemente un modelo CAD repleto de funciones, ya que también puede almacenar y compartir información sobre el propio edificio. La mayoría de los modelos BIM incluyen una descripción detallada de toda la estructura, incluidos sus elementos de fontanería, eléctricos y mecánicos.
La capacidad de realizar un seguimiento de los cambios durante las distintas fases de construcción es una ventaja aún más significativa a posteriori, ya que permite que los procesos de evaluación de riesgos dispongan siempre de la información más actualizada sobre el proyecto. Esto mejora significativamente la precisión de estos procesos, a la vez que permite utilizar la misma información como base para programar y planificar las operaciones en el futuro.
Mejora de la coordinación y el intercambio
Los proyectos de construcción tradicionales suelen encontrar problemas de comunicación, ya que la comunicación está aislada y la mayoría de las partes interesadas trabajan por separado. Esta falta de comunicación por sí sola es un motivo importante de muchos riesgos potenciales de falta de comunicación, como errores, malentendidos e incluso retrasos en el proyecto.
Trabajar simultáneamente en el mismo modelo es una enorme ventaja que una solución BIM adecuada puede aportar con relativa facilidad. Cada cambio en el modelo se actualiza automáticamente para todos los participantes en el proyecto, lo que reduce significativamente el número de posibles choques entre los elementos del proyecto. Reducir drásticamente las posibilidades de falta de comunicación es también una ventaja en lo que respecta al número total de riesgos dentro de un proyecto determinado.
Mayor precisión en las estimaciones de costes
La precisión y el nivel de detalle de BIM en cuanto a la información del proyecto también facilitan unas estimaciones de costes mucho más precisas. La visualización de los cambios que pueden afectar al coste total es también una gran ventaja para todos los usuarios de BIM.
Unas estimaciones del proyecto mucho más detalladas y precisas de lo que era posible antes ofrecen a los gestores de proyectos un riesgo significativamente menor de que se produzcan excesos presupuestarios. En términos generales, la precisión de un modelo BIM puede mejorar la exactitud y la eficacia de prácticamente cualquier cálculo realizado dentro del proyecto, y esto incluye la simulación de proyectos a gran escala, que es algo que merece la pena tratar por separado.
Simulación detallada
La capacidad de simulación es una ventaja significativa del BIM que puede mejorar enormemente la capacidad de gestión de riesgos. La gran exactitud de la información que almacena y proporciona el BIM permite crear simulaciones muy precisas para diferentes escenarios, que pueden utilizarse para probar diversas situaciones de riesgo antes de la fase de construcción.
La simulación también aumenta las capacidades de otros expertos en construcción, mejorando procesos como la detección de colisiones, las pruebas de materiales y muchos otros. La calidad que consigue BIM con sus simulaciones es inaudita con cualquier enfoque tradicional de la construcción, lo que ofrece muchas otras ventajas menores además de todo lo que hemos mencionado anteriormente.
Retos del BIM en la gestión de riesgos
La introducción del BIM en los procesos de gestión de riesgos aporta múltiples ventajas a los usuarios. Sin embargo, también merece la pena mencionar aquí algunas deficiencias.
En primer lugar, BIM es una tecnología muy compleja con muchos elementos. Su introducción en la gestión de riesgos también ha sido rudimentaria, limitándose a mejoras generales de los procesos y prácticamente nada más.
Muchas integraciones en profundidad de la gestión de riesgos utilizan actualmente situaciones y entornos muy específicos, lo que dificulta su adaptación a un público más amplio debido a las muchas partes móviles del proceso de construcción medio. Además, una parte importante de las ventajas de BIM en este ámbito no son estrictamente aplicables a todos los entornos BIM debido al concepto de «dimensiones BIM».
El sistema BIM medio puede resultar complicado de implantar debido a la enorme cantidad de sistemas y elementos con los que interactúa en las distintas fases del proyecto. Por ello, las dimensiones BIM significan distintos niveles de implantación de este sistema. También tienen sus propias convenciones de nomenclatura.
Por ejemplo, el BIM 3D implica la integración de un modelo BIM completo del proyecto en los procesos de trabajo. El BIM 4D introduce el concepto de tiempo y programación en el marco del BIM 3D existente añadiendo al modelo información relacionada con el tiempo. El BIM 5D, por su parte, introduce la presupuestación y la estimación de costes en el mismo modelo.
Sin embargo, la implantación del BIM, incluso en el nivel BIM 3D, requiere una inversión sustancial tanto de tiempo como de recursos. En comparación, cada «dimensión» posterior es también más difícil de trabajar (porque también incluye todo lo que hay en las dimensiones inferiores). Por ello, algunas de las ventajas más notables del BIM en la gestión de riesgos están ligadas a las fases posteriores de la implantación del BIM, que muchas empresas aún no han alcanzado.
Gestión de riesgos y fases de realización del proyecto
Otra forma válida de ver la influencia de BIM en la gestión de riesgos es revisar lo que BIM puede ofrecer en cada fase de realización del proyecto. Aunque las convenciones de denominación difieren en algunos casos, utilizamos tres fases principales:
- Fase de diseño
- Fase de construcción
- Fase posterior a la construcción
Gestión de riesgos con BIM en la fase de diseño
El uso de modelos en 3D y animaciones por ordenador permite al BIM alcanzar un nivel de visualización del proyecto sin precedentes, simplificando el proceso de explicar al cliente los distintos detalles del proyecto. Esto, a su vez, conduce a una toma de decisiones mucho más segura e informada en una de las primeras fases de la construcción, al tiempo que mejora la futura colaboración entre el cliente y el equipo de construcción.
La precisión y la facilidad de uso de un modelo BIM configurado adecuadamente pueden dar acceso a cálculos de costes de diseño más sencillos, mejores objetivos de venta y ocupación (para grandes estructuras residenciales), etc. La capacidad de detectar problemas y desajustes entre los elementos del proyecto permite detectar y resolver todos y cada uno de los errores de diseño antes de que comience la construcción in situ, lo que reduce drásticamente el riesgo de costosas repeticiones durante la obra.
La fase de diseño también se denomina fase previa a la construcción, y supone una gran preparación para el proceso de construcción propiamente dicho. La introducción del BIM también puede ayudar en la gestión del tiempo, al tiempo que reduce el riesgo de que se sobrepase el presupuesto gracias a un proceso de cálculo más preciso y detallado. Las posibilidades de que se produzcan costes inexactos o mediciones incorrectas son también drásticamente menores con el BIM que con cualquier otro enfoque heredado de diseño y construcción.
Gestión de riesgos con BIM en la fase de construcción
Las enormes capacidades de colaboración del BIM le permiten actuar como un auténtico tesoro de información para los trabajadores in situ, lo que ofrece al menos un caso de uso más para toda la información que un modelo BIM acumula durante la fase de diseño. Este tipo de acceso a la información también elimina eficazmente los fallos de comunicación gracias a la existencia de una única fuente centralizada de información a la que todos los participantes en el proyecto tienen acceso en todo momento.
Las evaluaciones de seguridad durante la construcción también pueden mejorarse con la introducción del BIM, ya que ofrece capacidades visuales de análisis de riesgos que se superponen a las condiciones actuales de la obra de forma cómoda y accesible (lo que también es una forma estupenda de introducir a los nuevos trabajadores de la construcción en la situación de la obra). En teoría, el acceso directo a un modelo BIM detallado y a sus elementos también puede reducir el número de peligros potenciales en la obra para los trabajadores de la construcción.
Gestión de riesgos con BIM en la fase posterior a la construcción
Existen al menos dos casos potenciales de uso de un modelo BIM después de la construcción. En primer lugar, un modelo BIM puede utilizarse para comparar las predicciones de rendimiento realizadas durante las fases de diseño y construcción con la información real del edificio después de la construcción. Esto ofrece una excelente forma de revisar las zonas eficientes e ineficientes y puede reducir potencialmente los costes y riesgos de funcionamiento.
Al mismo tiempo, el gran nivel de detalle que proporciona un modelo BIM aumenta significativamente la viabilidad de los procedimientos de mantenimiento y mejora de la estructura más adelante, reduciendo drásticamente la probabilidad de todos los riesgos asociados a estos procesos.
Tendencias futuras del BIM en la gestión de riesgos
La implantación actual del BIM ofrece muchas ventajas al proceso de gestión de riesgos. Aun así, la tecnología sigue desarrollándose hasta el día de hoy, y el proceso tecnológico global también está en constante movimiento. Como tal, podemos destacar varias áreas clave que tienen potencial de mejora en el futuro:
- Las mejoras en la colaboración pueden considerarse un proceso interminable de intentar llevar el proceso de comunicación a su estado perfecto sin conflictos ni inconvenientes.
- Los marcos de cumplimiento también son algo con lo que todo software de procesamiento de información tiene que lidiar en algún momento, y la capacidad de recopilar cantidades masivas de información potencialmente sensible pinta una diana importante en la espalda del software BIM.
- La implementación de las tecnologías más novedosas, como el análisis de grandes volúmenes de datos, el Internet de las cosas e incluso la IA, puede conducir potencialmente a mejoras significativas en múltiples departamentos, incluyendo el análisis de riesgos en tiempo real, el análisis predictivo y mucho más.
- Reducir la influencia del factor humano es una de las ventajas más significativas de BIM, ya que puede automatizar muchos procesos diferentes en un entorno tan complejo. Las pruebas adicionales de los sistemas BIM en escenarios del mundo real aún pueden mejorar sus capacidades hasta cierto punto con suficiente información sobre la que trabajar.
- Una integración más profunda de las prácticas de gestión de riesgos con el marco BIM existente también puede mejorar aún más el resultado final de los esfuerzos de mitigación de riesgos.
Conclusión
La gestión de riesgos es crucial en el sector de la construcción, ya que se trata de una empresa grande y compleja en la que intervienen decenas de partes interesadas y participantes. Sin embargo, la mayoría de los métodos de evaluación de riesgos existentes son predominantemente manuales y a menudo se basan en la intuición por encima de todo.
La introducción de una metodología como el modelado de información de construcción ofrece un montón de ventajas valiosas para la gestión de riesgos. Entre ellas se incluyen mejoras en la precisión y el rendimiento, al tiempo que se introducen ventajas que no son tan directas en su naturaleza, como mejoras en la coordinación, la mejora de la visualización y muchas otras.
El uso del BIM en la gestión de riesgos es todavía una iniciativa relativamente nueva, por lo que es necesario seguir investigando para determinar si el BIM puede aportar otras ventajas. Aun así, el abanico de ventajas existente es lo suficientemente sustancial como para que muchas empresas se planteen utilizar el BIM en sus esfuerzos de gestión de riesgos, incluso si su actual implantación del BIM no es suficiente para aprovechar plenamente sus ventajas.