Glosario enero 06, 2025
Updated 6 enero 2025 by James Ocean
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Proceso BIM. Pasos de la gestión del proceso BIM.

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Introducción

Aunque la popularidad de BIM ha ido en aumento durante los últimos veinte años, todavía hay muchas empresas que no comprenden la necesidad de BIM en el panorama actual de la construcción y las tecnologías modernas. BIM es crucial para que los equipos de diseño y construcción trabajen juntos cuando se trata de modelos 3D, entre otras cosas.

El proceso de utilizar BIM para diferentes fines de colaboración en las distintas fases del proyecto es una tarea compleja. También implica muchos recursos, tanto de programas como de empleados. Algunos ejemplos de programas BIM que se utilizan habitualmente en el proceso BIM son Revit, Navisworks, AutoCAD, 3D Studio Max, Revizto y muchos otros.

1. Fase de prediseño

La fase de prediseño es el primer paso hacia la realización del proyecto y suele implicar varias decisiones a largo plazo. Una de esas decisiones es si se debe utilizar BIM en el proceso o no. En este punto, es muy raro que las empresas no aprovechen las numerosas ventajas que ofrece BIM, pero no deja de ser una elección. La única excepción a esta regla es el territorio británico, que exige el uso de BIM para cualquier construcción que supere el ámbito específico del proyecto. Además, en este paso también se crea el modelo esquemático del proyecto, realizado por el arquitecto.

Este tipo de modelo se presenta después al propietario del proyecto, con una explicación suficiente sobre las distintas instalaciones, los costes previstos y los materiales implicados. No es raro que el propietario haga preguntas u ofrezca sus opiniones sobre el diseño en cuestión, y sólo después de revisar todas las correcciones del propietario puede el modelo entrar finalmente en la fase de diseño.

2. Fase de diseño

En la fase de diseño es donde suelen intervenir otras partes de BIM, como la programación y la estimación (4D y 5D), y a veces incluso más. Repasaremos dos de ellas, ya que son más comunes que las demás.

La programación se encarga de que el edificio esté listo en el plazo de tiempo establecido de antemano, y la estimación garantiza que el proyecto se mantenga dentro de los límites del presupuesto predeterminado. La correcta configuración de los modelos BIM mejoraría significativamente los resultados de estos esfuerzos.

Por ejemplo, la programación tiene que tener en cuenta el proceso de construcción y cómo funciona en primer lugar. Esto permite que las estimaciones del calendario sean precisas y menos propensas a errores. Además, si se tiene en cuenta el proceso de programación cuando se crea el modelo BIM, será mucho más fácil que la estimación proporcione cifras y predicciones más precisas cuando se trate de presupuestos y materiales consumidos. La existencia de información en diferentes partes del modelo BIM ayuda a que este proceso se realice correctamente.

En la era de los dibujos en 2D, era una tarea muy laboriosa intentar tener en cuenta todas las posibilidades y elementos a la hora de realizar estimaciones. Por suerte, BIM es capaz de proporcionar modelos y objetos repletos de información sobre sus equivalentes en la vida real, lo que facilita considerablemente la realización de estimaciones y la programación.

La colaboración y su lugar en la fase de diseño

En el diseño detallado es donde más debe brillar la colaboración. Realizar reuniones periódicas de coordinación con los distintos participantes en el proyecto (ingenieros, estimadores, programadores, arquitectos, jefes de proyecto, jefes de obra, etc.) permite que todos los participantes en el proyecto se impliquen en el proceso y aporten su opinión sobre posibles problemas o contratiempos.

Además, también es muy recomendable realizar comprobaciones de interferencias y detecciones de colisiones con regularidad. Algunos dirán que es un proceso que lleva mucho tiempo, pero corregir un error no detectado previamente en un edificio existente lleva mucho más tiempo y recursos que encontrarlo en la fase de diseño y arreglarlo antes de que la construcción llegue a ese punto.

La fase de diseño es también el momento en el que el modelo BIM podría utilizarse de varias formas distintas, y no sólo con su propósito original. La existencia de la gestión de procesos BIM en su conjunto permite utilizar un modelo BIM en la programación, los alzados, los recorridos, las secciones y muchos otros procesos, lo que puede ahorrar mucho tiempo y dinero dentro de ese proyecto.

3. Fase de construcción

Una vez finalizado el proceso de diseño, es hora de iniciar el proceso de construcción. Suponiendo que haya calculado la estimación y la programación en la fase de diseño, ya debería tener una serie de artículos de largo plazo comprados de forma preventiva y que su programación sea lo más cercana posible a la realidad. En este punto, el trabajo in situ ya debería haber comenzado, con gente trabajando para preparar el vertido de los cimientos, entre otras cosas.

En esta fase de la construcción, BIM puede utilizarse de muchas formas para mantener el proceso en marcha, por así decirlo. Un programa específico como Navisworks puede utilizarse sobre el terreno para asegurarse de que el diseño previsto se sigue al pie de la letra, y tanto el jefe de obra como el superintendente de campo colaboran con el equipo de diseño precisamente con ese fin.

La ejecución de protocolos adicionales de detección de colisiones también es una práctica común en este punto para asegurarse de que no se está pasando nada por alto en el edificio a medida que se construye. En esta fase, también es posible realizar simulaciones de construcción y predecir algunos de los problemas antes de que se produzcan e interrumpan la construcción en su conjunto.

Además, las simulaciones te ayudarán a hacer mejores estimaciones para el proyecto en su conjunto, asegurándote de que terminarás el proyecto a tiempo. Otra ventaja de utilizar BIM a lo largo de todo el proyecto es la posibilidad de poner al día al propietario con recorridos y renders reales para que pueda ver por lo que ha pagado.

4. Gestión de instalaciones

El valor total de la metodología BIM se extiende más allá de las tres primeras fases de realización de un proyecto, lo que la convierte en un gran complemento para muchos procesos de gestión de instalaciones. BIM ha transformado la gestión moderna de instalaciones en muchos aspectos, creando un puente sin fisuras entre las representaciones digitales de los activos y sus equivalentes físicos in situ. El nuevo marco de gestión de instalaciones facilita considerablemente el acceso a datos empresariales detallados sin necesidad de buscar entre grandes cantidades de documentación física.

La integración de BIM con la gestión de instalaciones comienza ya en el proceso de entrega, transformando los datos de construcción en datos operativos. La nueva secuencia de entrega digital ofrece un gemelo digital completo de la estructura existente para las tareas del gestor de instalaciones, incluida toda la información disponible para cada uno de los componentes del edificio. Este nivel de detalle mejora drásticamente la calidad de las decisiones informadas que los gestores de instalaciones pueden tomar sobre la utilización del espacio, las renovaciones, el mantenimiento, etc.

La planificación del mantenimiento también ha cambiado drásticamente con la integración de BIM. La posibilidad de acceder no sólo a las especificaciones de cada uno de los componentes del edificio, sino también al historial de mantenimiento y al rendimiento actual, convierte un modelo BIM en una cómoda herramienta centralizada para planificar y ejecutar cualquier tarea de mantenimiento. Además, el mismo modelo BIM puede ser utilizado por los técnicos a través de dispositivos móviles para recibir información actualizada sobre los procedimientos de mantenimiento, detalles de la garantía e información sobre los componentes, mejorando drásticamente la calidad del servicio y los tiempos de respuesta.

Otro aspecto importante de las tareas de gestión de instalaciones es la gestión del espacio, que también recibe una serie de ventajas de las integraciones BIM. La capacidad de acceder a representaciones digitales precisas y actualizadas de las instalaciones existentes facilita considerablemente a los gestores de instalaciones la optimización de la asignación de espacios, el análisis de los patrones de uso del espacio y la planificación de futuras renovaciones cuando sea necesario. Se trata de una capacidad realmente inestimable en el contexto de grandes edificios comerciales o institucionales, que cambian a menudo sus necesidades de espacio.

El modelo BIM en sí sigue siendo una poderosa herramienta para muchas operaciones diarias, teniendo en cuenta la cantidad de ventajas que proporciona, desde la supervisión en tiempo real de los sistemas del edificio hasta la disponibilidad de información detallada sobre los componentes en cualquier momento. La gran precisión y versatilidad del modelo permiten utilizar diversas estrategias de mantenimiento predictivo, lo que prolonga la vida útil total de los equipos y reduce al mismo tiempo los costes operativos corrientes.

Sostenibilidad e impacto medioambiental en BIM

La sostenibilidad es un pilar importante en la construcción moderna, y BIM ha sido prácticamente inestimable a la hora de crear edificios más respetuosos con el medio ambiente y sostenibles. BIM puede ayudar a tomar decisiones informadas sobre el impacto medioambiental del edificio sin perder rendimiento, y lo hace en cada fase importante de la realización del proyecto, desde el diseño inicial hasta la construcción in situ.

En la fase de diseño , los ingenieros y arquitectos pueden realizar sofisticados análisis medioambientales utilizando BIM como base de referencia. La combinación de análisis de iluminación natural y estudios solares detallados permite optimizar tanto el diseño de las fachadas como la orientación del edificio para reducir el consumo total de energía. Además, las amplias capacidades de simulación ayudan a los diseñadores a tomar las decisiones correctas en cuanto a selección de materiales, estrategias energéticas, sistemas de construcción y otros elementos antes de que comience la construcción propiamente dicha.

La fase de construcción se beneficia de la precisión y comodidad de BIM, lo que conlleva una drástica reducción de la generación de residuos y una importante optimización del uso total de recursos. Esto pone fin al problema del exceso de pedidos, así como a otras ventajas menos valiosas, como la optimización de la logística de la obra para reducir las emisiones asociadas a los vehículos o la posibilidad extremadamente baja de repeticiones in situ que desperdician recursos y energía.

La fase operativa puede ser la más importante del desarrollo de un edificio en términos de sostenibilidad. La posibilidad de llevar a cabo sofisticados procesos de control energético a través de un modelo BIM permite optimizar muchos de los procesos existentes. En este proceso de monitorización se incluyen muchas métricas medioambientales, como la calidad del aire interior, el uso del agua y todo lo que pueda suponer una oportunidad para mejorar el impacto medioambiental de toda la estructura.

Aparte de las operaciones cotidianas, BIM también puede apoyar muchos procesos de sostenibilidad a largo plazo mejorando la planificación de las renovaciones y los flujos de trabajo de mantenimiento. El mismo modelo también es de gran ayuda cuando se necesitan mejoras en los edificios, ya que ayuda a los diseñadores a elegir el material más adecuado para cada objeto con el menor impacto medioambiental.

Marco de implementación BIM

Comprender claramente cómo se implantan las metodologías BIM en la estructura de una organización es tan importante como conocer las ventajas que ofrece BIM en cada fase de la realización de un proyecto. Una adopción exitosa de BIM es el producto de una planificación cuidadosa, una estandarización exhaustiva y una evaluación continua con el fin de proporcionar tantos beneficios de la tecnología como sea posible.

Evaluación y valoración de las perspectivas de implantación

El proceso de implantación comienza con la planificación previa. Corresponde a la organización evaluar sus capacidades actuales al tiempo que establece objetivos claros para la adopción de BIM e identifica sus necesidades específicas. En esta evaluación se incluyen bastantes elementos:

  • Identificación de posibles cuellos de botella
  • Evaluación de los flujos de trabajo existentes
  • Determinación de los recursos necesarios para completar el proceso de implantación
  • Analizar los requisitos de hardware existentes
  • Tomar nota de las capacidades actuales del personal
  • Comprobación del rendimiento de la infraestructura de red

Proceso de normalización

La estandarización es el siguiente paso en el proceso de implementación BIM. Disponer de normas claras e identificables para la gestión de datos, el desarrollo de modelos y los protocolos de colaboración puede reducir drásticamente la complejidad de la integración. Por ejemplo, garantizar la compatibilidad del software entre plataformas y elegir las herramientas de software específicas que se ajusten a los requisitos de la empresa forman parte del proceso de normalización en este contexto. La evaluación periódica de todas estas normas también garantiza que estén actualizadas y puedan adaptarse a los requisitos cambiantes del proyecto cuando sea necesario.

Ejecución del plan de implantación

La supervisión de los procesos BIM es una necesidad durante la ejecución de un plan de implantación para garantizar que se mantienen alineados con los objetivos establecidos de la empresa. Este proceso es responsable del seguimiento de los indicadores clave de rendimiento, y también incluye la identificación de áreas de mejora y la realización de ajustes en los procesos o flujos de trabajo cuando sea necesario. Las sesiones de feedback y las reuniones de equipo programadas con regularidad ayudan en gran medida a mantener la alineación general del proyecto, al tiempo que se abordan los posibles retos que puedan aparecer durante la implantación.

Mantenimiento posterior a la implantación

El mantenimiento y la revisión son dos de los últimos elementos del proceso de implementación BIM. De las tareas de mantenimiento suele encargarse la creación de protocolos detallados sobre cómo deben gestionarse los datos BIM con la suficiente precisión y coherencia, garantizando su accesibilidad a largo plazo y que estén actualizados. En cuanto a las revisiones posteriores a la implementación, pueden utilizarse como medio para identificar áreas de mejora y, al mismo tiempo, asegurarse de que la empresa sigue cosechando todos los beneficios posibles de su implementación BIM.

Comprender el ciclo de vida del proyecto BIM

Una de las aportaciones más significativas de BIM al sector de la construcción es la capacidad de gestionar eficazmente la información del edificio a lo largo de todo su ciclo de vida. Este enfoque integral de la gestión de datos ha cambiado la forma en que el sector de la construcción trabaja con la creación, el mantenimiento y el uso de la información del edificio durante toda la existencia de una instalación.

Evolución de la información de construcción

En cierto modo, un modelo BIM puede considerarse una especie de documento vivo, con capacidad para evolucionar numerosas veces a lo largo de todo el ciclo de vida de un edificio.

Durante la fase de diseño, el modelo se alimenta continuamente de nueva información, pasando de ser una colección de conceptos básicos a una documentación de construcción detallada.

Durante la fase de construcción, el modelo se actualiza con toda la información de la vida real, reflejando las condiciones actualizadas de cada elemento del edificio in situ.

La evolución del modelo continúa durante la fase operativa, incorporando información sobre rendimiento, registros de mantenimiento, modificaciones del sistema y toda la demás información generada durante las tareas de gestión de las instalaciones.

Este proceso evolutivo crea un registro digital masivamente complejo de la historia de todo un edificio. La naturaleza digital de estos registros los hace mucho más accesibles que sus homólogos físicos. Además, pueden ser de gran ayuda en futuros procesos de toma de decisiones, ya que cada actualización, modificación o tarea de mantenimiento queda registrada junto con la información existente sobre el proyecto.

Ayuda en la toma de decisiones

Como ya se ha mencionado, el enorme volumen de información que puede almacenar un único modelo BIM sirve de apoyo sustancial para cualquier decisión relacionada con el edificio a lo largo de todo el ciclo de vida de un proyecto. Por ejemplo, los gestores de las instalaciones pueden evaluar mucho mejor la eficiencia de los sistemas y planificar futuras actualizaciones gracias al acceso sin fisuras a los datos históricos de rendimiento. La información espacial y de sistemas detallada del modelo supone una enorme ventaja a la hora de planificar o realizar renovaciones.

La evaluación de riesgos es otro ámbito en el que la información exhaustiva del edificio resulta extremadamente beneficiosa. Las ventajas son múltiples:

  • Evaluación del impacto de los cambios
  • Identificación temprana de posibles conflictos
  • Desarrollo eficiente de estrategias de mitigación
  • Mejora de la planificación de emergencias

Mejoras en el seguimiento del rendimiento

El seguimiento sofisticado del rendimiento también es una ventaja de la integración BIM, con capacidades de supervisión en tiempo real que ofrecen información inmediata sobre la eficiencia operativa. Por otra parte, los datos históricos detallados también ayudan a identificar tendencias y patrones, dejando más margen para la mejora o la resolución de problemas.

El enfoque de BIM para el seguimiento del rendimiento va más allá de las métricas operativas básicas gracias a la capacidad de incluir datos de consumo de energía, patrones de uso del espacio, historiales de mantenimiento, etcétera. La documentación detallada de las modificaciones del edificio es una gran ventaja, ya que permite mantener registros precisos para futuras consultas, mientras que la comparación del rendimiento real con las especificaciones de diseño ayuda a identificar oportunidades de mejora.

Conclusión

En este artículo hemos explicado el proceso BIM y lo hemos dividido en varios pasos (o fases). El objetivo principal de BIM como proceso es reforzar la colaboración y facilitar que todos los participantes en el proyecto trabajen en colaboración y de forma más eficaz.

BIM permite establecer una conexión sólida entre dos fases importantísimas de la construcción: el diseño y la construcción propiamente dicha. Como resultado, la eficiencia ha mejorado drásticamente, y aún hay margen para crecer.

La expansión del BIM más allá de los propósitos tradicionales de diseño y construcción hacia la gestión de instalaciones, la sostenibilidad y el modelado de datos del ciclo de vida es el futuro del sector de la construcción. La tecnología también mejora y evoluciona de forma regular, prometiendo una mejor integración del BIM con muchas otras herramientas y plataformas con el fin de aumentar aún más su valor, cubriendo todo el ciclo de vida del edificio de principio a fin.


Sobre el autor
James Ocean

Especialista en BIM/VDC. James Ocean es el responsable de BIMspiration en Revizto y se encarga de que todo vaya viento en popa. Desde el apoyo y la enseñanza a nuestro equipo interno, así como a nuestros clientes, James nos muestra los entresijos y la mejor manera de aprovechar Revizto para maximizar los flujos de trabajo, reducir costes y conseguir que todo tipo de proyectos lleguen a la línea de meta.

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Explicación del proceso BIM. Diferentes pasos en la gestión del proceso BIM El proceso BIM es un tema bastante complicado del que no se habla lo suficiente. Una correcta gestión del proceso BIM permite que el proyecto en cuestión se realice dentro del plazo y presupuesto estimados y sin apenas problemas posteriores. Este artículo repasa las partes importantes del proceso BIM, así como por qué es tan importante. 2025-01-06T15:47:18+00:00
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