¿Qué es la metodología BIM? Ventajas e inconvenientes del método BIM
Introducción
La construcción en su conjunto es un proceso bastante complicado. Era complicado hace varios cientos de años, y lo es aún más ahora, con tantos elementos adicionales que tiene que haber en cada nuevo edificio o proyecto de la era moderna. Todos estos elementos y sistemas diferentes deben tener una coordinación y comunicación adecuadas para que el proyecto de construcción pueda crearse en primer lugar.
Sin embargo, la colaboración a tal nivel es extremadamente complicada y ha sido uno de los mayores problemas de la industria de la construcción durante décadas. Este problema es una forma fácil de generar sobrecostes, retrasos en los proyectos y otras cuestiones que afectan a los resultados del proyecto de una forma u otra.
Dado que se trata de un problema bastante antiguo, ha habido numerosos intentos de tratar de resolverlo, siendo la metodología BIM una de las más populares en este campo. El objetivo principal de este artículo es tratar qué es la metodología BIM, cómo funciona y si merece la pena en primer lugar.
Modelado de información para la construcción y metodología BIM
BIM es el acrónimo de «Building Information Modeling» (modelado de información para la construcción), un proceso que se basa mucho en la colaboración entre todos y cada uno de los participantes en el proyecto de construcción para ofrecer un modelo unificado de todo el proyecto con toda la información incrustada en él de forma cómoda y de fácil acceso.
Este tipo de colaboración entre todos los participantes en el proyecto debería ser capaz de resolver a la vez múltiples problemas de larga data, como la coordinación entre departamentos, la detección de conflictos estructurales en la fase de diseño, etc. A su vez, resolver todas estas cuestiones en las primeras fases de la construcción ofrece un proceso de construcción mucho más ágil, con menos retrasos o sobrecostes presupuestarios, si es que los hay.
Al mismo tiempo, hay que reconocer algunas críticas al BIM como concepto. Por ejemplo, la forma en que están estructurados los procesos BIM hace casi imposible compartir información con subcontratistas que aún no han implantado la tecnología en cuestión o se niegan a utilizarla. También existe el problema de que los subcontratistas no participen con el contratista principal en las primeras fases del proyecto, ya que actualmente la selección comercial se realiza más adelante en el calendario del proyecto.
La metodología BIM, como término independiente, implica que cada participante en el proyecto crea su modelo del proyecto, con toda la información relevante para su campo o especialidad específicos. A continuación, todos estos modelos se combinan para formar un único modelo de coordinación unificado que funciona como la única «fuente de la verdad», por así decirlo, el único punto de referencia para cada participante en el proyecto en cualquier fase del mismo.
La metodología BIM también implica que cada cambio que realiza un único participante en el proyecto se refleja inmediatamente en el estado general del modelo centralizado del proyecto, lo que facilita enormemente la coordinación y la cooperación. La combinación de información procedente de distintos departamentos confiere a cada objeto una especie de «significado»: información objetiva sobre sus parámetros, finalidad, peso, forma, etc.
Este tipo de modelo BIM centralizado, en el que cada objeto tiene mucha información añadida, facilita mucho la realización de diversas actividades de colaboración entre los distintos participantes en el proyecto, así como la asignación de equipos, la gestión, la comunicación y otros procesos.
Ventajas y deficiencias de la metodología BIM
Es natural que la metodología BIM tenga sus ventajas y sus inconvenientes, como cualquier otro concepto o método. La metodología BIM puede ser extremadamente beneficiosa por muchas razones, pero es más interesante ver sus deficiencias en diferentes circunstancias.
Merece la pena señalar que varias desventajas del BIM sólo existen en los casos en los que se eligió un escenario de implantación incorrecto, lo que demuestra una vez más que es esencial investigar a fondo antes de cambiar a o adoptar cualquier otra metodología drásticamente diferente de la actual. Así pues, he aquí algunas de las deficiencias más destacadas de la metodología BIM:
- Confianza y voluntad de colaboración. Dado que la colaboración es un factor importante de lo que hace que la metodología BIM sea tan eficaz, la confianza entre los participantes en el proyecto es básicamente un requisito. Sin embargo, a muchas empresas les resulta problemático confiar en otros actores del sector debido a lo competitivo que suele ser el escenario general, especialmente durante procesos como el acuerdo comercial, la licitación o la adjudicación del proyecto.
- Invertir en software. Es seguro decir que una integración BIM a gran escala es un proceso caro, y una de las partes más importantes de este precio es el propio software, combinado con potentes sistemas capaces de procesar todos los datos de su proyecto.
- Un compromiso del cliente. La metodología BIM es una enorme ventaja para los contratistas y subcontratistas de un proyecto, pero también puede ser una ventaja para el usuario final, ya que ofrece una fuente de información increíblemente detallada sobre el edificio en cuestión. Supongamos que el usuario en cuestión ignora o desconoce a propósito esas ventajas. En ese caso, puede considerarse un desperdicio de los esfuerzos del equipo de construcción debido a lo difícil que puede resultar crear un modelo BIM exhaustivo en primer lugar.
- Invertir en formación. Otra parte notable de por qué la adopción de la metodología BIM puede ser un proceso largo y costoso es la formación de su personal para que sea capaz de trabajar con el software BIM.
Al mismo tiempo, la metodología BIM tiene su parte de ventajas que pone sobre la mesa, como:
- Fáciles modificaciones para el diseño del proyecto debido a que el modelo siempre está actualizado en todos los sentidos.
- Facilita la prefabricación y la producción en serie de diversos elementos de construcción gracias a una única fuente de «verdad» para todo el proyecto.
- Una amplia fuente de información sobre el proyecto para el usuario final – una desventaja convertida en beneficio si el usuario en cuestión la aprovecha.
- Un diseño más preciso y una planificación más sencilla, ya que los modelos BIM pueden proporcionar los datos necesarios sobre el aspecto futuro del proyecto en una sola pantalla.
- La posibilidad de ver los modelos BIM de forma gratuita gracias a que muchos programas ofrecen funciones de «sólo lectura» sin cargos adicionales resulta extremadamente cómoda para los supervisores in situ, entre otros ejemplos.
- Poca o ninguna repetición del trabajo para la fase de construcción real del proyecto, ya que la metodología BIM facilita la detección de posibles conflictos o desajustes en las primeras fases de dicho proyecto.
Orígenes de BIM como concepto
Es justo decir que el BIM como concepto adquirió su popularidad hace bastante poco tiempo. Sin embargo, la idea y la metodología en su conjunto se conceptualizaron ya en la década de 1970, y a menudo se atribuye a RUCAPS el mérito de ser uno de los primeros ejemplos de lo que más tarde se conocería como Building Information Modeling (modelado de información para la construcción).
Si bien es cierto que los primeros ejemplos de este tipo de software no podían seguir la metodología BIM mencionada en su totalidad, han creado un gran punto de partida para que otros sistemas se basen en él al permitir el acceso de múltiples operadores diferentes para interactuar con el mismo modelo 2D o 3D dentro de los límites de la misma pieza de software.
El BIM tal y como lo conocemos se estableció en torno a la década de 2000, y el impulso de su popularidad podría asociarse al año 2002, cuando Autodesk publicó un informe dedicado al BIM como metodología. Fue entonces cuando varios competidores también empezaron a ofrecer sus primeras versiones de software BIM, lo que dio aún más popularidad al tema.
¿Qué diferencia hay entre un modelo BIM y un modelo CAD en 3D?
Una de las suposiciones más comunes sobre el BIM en general (y específicamente sobre los modelos BIM) es que no son más que modelos CAD 3D glorificados. Esta afirmación es a la vez verdadera y falsa. La parte «cierta» de esta afirmación se refiere a la composición general de un modelo: tanto un modelo CAD como un modelo BIM utilizan la representación gráfica para mostrar la intención del proyecto en su conjunto en términos de diseño y detalles técnicos.
Aquí es donde terminan las similitudes, ya que uno de estos dos modelos es mucho más grande y significativo que el otro. Si bien es cierto que ambos modelos son representaciones gráficas de la intención del proyecto contada principalmente a través de la geometría, las capacidades del modelo CAD terminan con la representación geométrica. El modelo BIM, en cambio, utiliza diversas fuentes de información de departamentos y contratistas para proporcionar mucha más información sobre cada objeto de dicho modelo: metadatos, relaciones entre los distintos elementos e incluso su comportamiento en un edificio real.
Esta es la mayor diferencia entre ambos modelos, lo que hace que la metodología BIM sea tan eficaz a la hora de reducir los retrasos en los proyectos y el gasto presupuestario.
Conclusión
La metodología BIM ha ganado mucha popularidad en los últimos años, y hay muchas razones para ello, como una mejor colaboración, menos excesos de presupuesto, retrabajos, etc. Sin embargo, también tiene defectos, y cualquier empresa debe ser consciente de esos posibles problemas que pueden surgir al adoptar la metodología BIM. A fin de cuentas, el BIM como concepto es extremadamente útil para la industria de la construcción del mundo moderno, y no es de extrañar que sea tan popular.